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Mostrando las entradas de febrero, 2014

Gorditas de nata

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Es de noche, hace frío afuera pero aquí no. Aquí está cálido, huele bien. Una mezcla de azúcar, harina, canela y leche, invade el ambiente. ¡Qué bien huele! ¡Cómo se antoja! La mesa se pasea de un lado a otro rechinando, tus frágiles manos son las causantes, revuelven, amasan, saborean. Platicas de tus planes: que tu hermano ya te tiene cuarto, irán por ti a Tijuana, no te pintaste el cabello...No pongo mucha atención. Me estoy dando cuenta que siempre que estoy en la cocina contigo, me siento hogareña, amada y hambrienta.  Tomas una bola de masa, la golpeas con ambas manos y la estampas contra la torteadora de madera, te apoyas en ella sin dejar de platicar, viste una película, o leíste un libro que te gustó, no recuerdas los detalles y alguien te corrije derrepente.Veo tus manos sacando la tortilla y aventándola al comal; tus manos cálidas como el olor de tu cocina, las que me rascan la espalda o me soban el dolor.  Recuerdo verte y pensar en mi mamá, me acuerdo perse

Hasta la próxima pelea

Las paredes rayadas explican de quién es el barrio: “Coras X3”. Los hechos demuestran que por lo menos, la calle Eleuterio González en su esquina con Manuel de Gorostiza sí lo es. Es la una de mañana del domingo cuando se escuchan la chifla y los pasos apresurados, la pelea está por comenzar. Los gritos anuncian que el Barrio Coras Tetlán se está organizando; las piedras, que se defienden de la otra pandilla que vino a demostrarles que no les tiene miedo, y que si los atacan, ellos responden. Los vecinos de la colonia Tetlán en Guadalajara, los de las casa de enfrente de las 3 vecindades que albergan a “los cholos”, cierran sus puertas y se asoman por sus ventanas para descubrir qué está pasando. Hombres de entre 12 y 20 años de edad corren a lo largo de la calle, aventándose ladrillos, piedras y una que otra bala de la pistola ruidosa que espanta rivales. El número es difícil de precisar cuando están por todas partes. Sus mamás, esposas o hermanas gritan desesperad

Foránea no

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Llegó idealizando y con su maleta.  Que los chilangos son muy groseros, le dijeron. "Agarra bien tu bolsa", "ten mucho cuidado." Dedicó toda su existencia en aquél lugar a no parecer foránea.  No se quedaba mirando aquellos edificios que no se veían en Guadalajara: enormes, populares, engreídos.  No se detenía ni cuando estaba frente a lugares que siempre quiso conocer: el Sanborns de los Azulejos del que le habló Ángeles Mastretta; el edificio del Excélsior que escuchó de las letras de Vicente Leñero; el tepito lleno de leyendas. Ni siquiera cuando estuvo frente a la Diana Cazadora, y la conoció diferente a como la imaginaba, y la vio gordibuena, real, chaparrita... ni siquiera entonces, pudo mostrar su emoción. Guardaba las emociones para después. Después, en el camión, recordaba la belleza del edificio de correos; después analizaba los comportamientos de la gente de la capital. Después.   Sólo se quedaba con ese salto de corazón, con

La experta de la central y sus poderes

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"¿Cuál es el módulo 5?"- le preguntó desde su carro. "Pues éste es el 3"- Le contestó ella aludiendo a la capacidad de deducción del preguntón. "Entonces... ¿Cuál es el 5?- Volvió a inquirir el preguntón. "Más adelante, le faltan 2"- Respondió ella, ya sin ninguna expectativa. Dicen que era una verdadera suerte encontrártela. "Tocado por los dioses" , "bendecido" llamaban al que les platicaba que se la topó. "¿Enserio?" preguntaban los maleteros, con los ojos  llenos de esperanza, emocionados, extasiados. Y el incauto paseante les contaba su anécdota con "la experta de la central". La atmósfera se volvía mística, hay quien temblaba de los nervios: algunos viajeros les contaban que la habían visto con su mochilota deambulando por los pasillos. Otros que la vieron cuando comía su refrigerio del autobús: su lonchibon y su agua. Otros más, la corrieron desdeñando su olor a aire acondicionado: "ol

MAMA A.C

En navidad “para los chavos que vivimos en la calle, y que trabajamos, primero está el estómago”, antes que los regalos, el árbol o la convivencia familiar, explica Jaime Valdez Aguilar, mientras recuerda los días en que pedía dinero y vendía chicles en los cruceros junto con su familia. De origen Otomí, sin documentos y con poca pericia en la ciudad, sus padres se han dedicado a trabajar en la calle, “a veces nos organizábamos con las vecinas, ir a tal lugar, ‘órale vamos a trabajar en la calle porque va haber mucha gente y a lo mejor hay más trabajo’ (…) cada navidad era muy difícil conseguir un juguetito, a veces nosotros jugábamos con carritos sin llantas o una maderita y nosotros hacíamos nuestros propios juguetes”, recuerda Jaime. Sin embargo, desde hace 14 años, este joven ha sido parte de muchas navidades llenas de amor y reflexión como las que organiza el Movimiento de Apoyo a Menores Abandonadas (MAMA) una asociación civil con más de 20 años de experiencia.

¡El transporte público te lleva!

¡Córrele, que ahí viene el camión! ¡Suben! ¡Suben! El camión se detiene en el segundo carril, abre sus puertas y las cierra rápidamente después de que la última persona aborda; arranca antes de que ésta pueda subir otro escalón. Es necesario detenerse con ambas manos y hacer equilibrio con las rodillas para no caerse. - ¡ahí si le van recorriendo por favor! - ¿Pues para dónde?, no hay espacio - Con permiso, perdón, hay comper... - ¡Recórranse por favor, atrás hay mucho espacio! - Insiste el chofer. Con el calor de las tres de la tarde, cerca de cincuenta personas viajan juntas. Hay que estar muy atentos por si se desocupa un asiento. - ¡Córrele mi´jo allá hay un lugar! Mandar al niño, aventar con las caderas o poner las bolsas; son estrategias necesarias para no ir de pie todo el camino. Otra opción es estar embarazada, ser discapacitado, o viejo; siempre un buen mexicano les dejará el asiento. Y es que sentarse no sólo salva del cansancio, sino, del riesgo