Falda pata de gallo
Salí engalanada en mi falda de estampado pata de gallo. Cuídala mucho -me había dicho la especialista en ropa vintage- no es muy común. Esa vez me dijo que era sesentera, o setentera, ya no me acuerdo bien. Diez años son mucho tiempo en la moda pero para este escrito no cuentan tanto. Aunque soy más delgada que antes, mis muslos se rozan con esa falda. Ciñe el cuerpo desde la cintura hasta las rodillas, como pretendiendo que te quedes quieta. Entonces salí, como María Victoria. La referencia la sé porque cuando pedí que me hicieran un traje sastre para el día de mi titulación, me preguntaron si quería abertura en la parte de atrás de la falda o si prefería andar como María Victoria. Salí hoy, pues, con mis tacones cortos, del mismo modelo que usan las edecanes de la Sedena. Es raro porque los militares dicen tener equidad y agregar a las mujeres a las actividades castrenses pero las usan de adorno y de "acomodadoras" en eventos públicos....