Patarata: una guía para las caídas
Hay solo tres formas de enfrentar las caídas: fingir que nada pasó, reírse de una misma y mostrar dolor extremo. Mi larga experiencia en el suelo también me ha enseñado que no aceptar ayuda de extraños agravará la situación: a la vergüenza de haber azotado, se une la culpa por no responder de manera decorosa a las muestras de solidaridad. Una forma de mitigar la torpeza es contarlo. Como para encontrar un tema de conversación. - "¿Cómo estás?" - "Me caí" Así se transforma un saludo rutinario en un relato sobre dónde fue, cómo dolió y cómo la cabeza siguió en alto. "Desde la mañana me lo advirtieron", puede empezar la plática. "Nena -la señora que recoge cartón en la cuadra- apuntó a mi pantalón/vestido y dijo que se arrastraba, que se iba a romper. Le expliqué que había mandado a cortar el pantalón pero aún así quedó largo". "Más tarde, en las escaleras de mi casa, pisé el pantalón pero alcancé a detenerme en la pared y no hubo acci...