Día 6: ¿Alguien sabe dónde está Nueva Zelanda?

Cuando llegué a la recepción del hostal a preguntar cómo llegar a Monte Albán, había una chica preguntando lo mismo. Reaccioné diciéndole que yo iba para allá y -si quería- podíamos irnos juntas. Luego luego me arrepentí, porque justo un día antes, me había sentido fuera de lugar al tratar de forzar la socialización con gente del hostal. Y es que -al sentirme sola- me llega la ansiedad por establecer lazos afectivos con cualquier persona que me cruzo; porque los que tengo no están presentes. Después recuerdo que el propósito de viajar sola es observar cómo lleno los ruidos internos y pienso en fingir que no hablo ni escucho para no hablar con nadie. Me debato entre esos dos extremos. Por eso, cuando Elinor (así se llama la nueva huésped del hostal), me dijo que sí se iba conmigo, me pregunté si era buena idea. Cuando tomamos el camión urbano, me dijo que era muy bueno andar con una persona local. Y extrañamente, eso me ofendió. "Local" me sonó como ...